Páginas

sábado, 6 de julio de 2013

LA LLOSA DE PALAMÓS


La Llosa de Palamós es un gran arrecife a menos de una milla del puerto, a escasos 4 metros de la superficie y que sobrepasa los 40, en su parte más honda. Es ideal para hacer submarinismo ya que, el relieve de La Llosa es muy variable, repleto de grandes grietas y canales en el  que habita una fauna muy variada como anémonas, sargos, escórporas y grandes bancos de castañuelas.
 
Por ser punto de varios naufragios, como el del velero "La Concepció" en 1682, el buque "Cheliff" en el 1882 y el velero francés "Le Paix" que lo hizo en el 1899, el Plan de Balizamiento hizo obligatorio poner una boya. De forma ligeramente redondeada de unos 80 metros de alto y tan solo unos 4 de profundidad, se balizó por primera ver en 1862, lo que la convierte en la baliza más antigua de Cataluña.
 
Otro de los naufragios que destaca es el del navío de guerra español "San Isidoro" que se hundió a finales del siglo XVIII y una de sus anclas podemos observar al inicio del Paseo Marítimo de Palamós.

 
 
Sin embargo, duró poco y el faro de la Punta del Molí, no evitó varios naufragios más. Como consecuencia, se solicitó una señalización adecuada y en 1905 se colocó una boya campana que fue substituida en 1919 por una boya luminosa.
 
La baliza actual fecha de 1978. La luz es blanca, con dos destellos cada siete segundos. Consiste en una columna cilíndrica que sobresale 10 metros, de franjas rojas y negras, coronadas por dos esperas negras, que indican peligro aislado.
 
Y para los amantes del buceo, también cerca de La Llosa, encontramos El Boreas, un pecio con una larga historia ya que empezó siendo un remolcador alemán de nombre Pellworn, participó en la Segunda Guerra Mundial con la Marina de su país, pasó a formar parte de la Marina Estadounidense que lo bautizó con el nombre de USN102 y luego volvió a Alemania, donde sirvió para localización de torpedos y minas.
 
Años más tarde, en el 1980 fue comprado por una empresa panameña que lo bautizaron El Boreas, sin embargo, así fue como terminó interceptado por la Policía de Aduanas frente a la costa de Begur con un cargamento de contrabando de estupefacientes. Quedó detenido durante 3 años en el Puerto de Palamós en un lamentable estado de abandono, hasta que dos clubs de submarinismo de Palamós lo compraron y consiguieron los permisos para hundirlo en La Llosa y formar así, un arrecife artificial.  

-