Desde el siglo XV, al antiguo puerto de L'Escala, llegaban grandes barcos de vela procedentes de Ibiza y Torrevieja (Alicante), cargados de sal.
Así se transportaba la sal desde los barcos hasta pequeñas barcas de pesca que la distribuían a los almacenes encargados de la salazón de la anchoa y la sardina.
Mas de 100 barcas de vela latina llenaban la playa de L'Escala, Cuando los pescadores regresaban de pescar, todo el pueblo se acercaba a recibirles para ayudar en el desenmalle del pescado de las redes y lo llevaban a los almacenes, donde las mujeres se ocupaban de salarlo y prepararlo para su conservación. L'Escala era un pequeño gran pueblo en el que en su mayoría de habitantes, eran marineros. 
La Fiesta de la Sal nació en 1997 para conmemorar el III centenario de Alfolí, el almacén de la sal, se trata de una gran fiesta histórica donde los mismos habitantes de L'Escala, la mayoría de familias de pescadores, se encargan de escenificar los diferentes cuadros para revivir la época en la que una población como L'Escala vivía de la pesca y la salazón de la reconocido mundialmente Anxova de L'Escala. No en vano sigue en pie el almacén de producción de anchoa más antiguo de Catalunya.
Este año he podido disfrutar de esta fiesta que aunque había oído hablar de ella, no había estado nunca. L'Escala es una población que me gusta, vengo a menudo a pasear por ella, pero seguro que a partir de ahora, intentaré no perdérmela ningún año.
Aunque tiene muchos rincones con encanto, si podéis venir durante esta celebración, la disfrutaréis de una manera muy especial.
Este año, la Generalitat de Catalunya ha decidió incluir La Fiesta de Sal de L'Escala, en su Catálogo del Patrimonio Festivo de Catalunya.
Se ha convertido en todo un espectáculo dentro de la modalidad de las piraguas, ya que por su técnica muy sencilla puede participar todo el mundo independientemente de la edad y condición física. 
Se basa en una piragua con un timbalero que es quien marca el ritmo, los palistas que según la modalidad (hay 2) pueden ir 10 o 20 y el timonero que es quien dirige la nave. Por carácter lúdico, este deporte se envuelve de un gran ambiente festivo, con gran número de participantes y un mayor número de espectadores que no se quieren perder el festival. 
