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Orléans |
El Loira en Bicicleta es una fantástica ruta siguiendo el cauce del río que nosotros empezamos en
Orléans y terminamos en Nantes. 400 km repletos de pueblos con encanto, castillos, viñedos, gastronomía y personas que no olvidaremos nunca, y que os iré presentando a lo largo del viaje.
No puedo elegir que me ha gustado más porqué ha sido un viaje maravillosos, lleno de anécdotas a cual más divertida, también un par de días de lluvia intensa que nos bajaron la moral haciéndonos pensar que teníamos que abandonar, pero esa es la clave, no desesperar y ser paciente.
DESTACAR si sí, en mayúsculas, las vías cicloturistas en Francia. También los carriles bici en la mayoría de pueblos, siempre bien indicados con señales, pinturas en el suelo y en algunos casos segregados. En las ciudades, increíble! Carriles bici segregados, bien señalizados, ya sea en la propias carreteras que cruzan la ciudad como en las aceras principales donde tienen su propio espacio, y donde peatón, coche y bicicleta conviven en plena armonía!
Llegamos a un pueblecito a 5 quilómetros de Orléans, Sant Denis en Val, donde habíamos reservado una habitación en las típicas Casas de huéspedes que podéis encontrar en Francia, en las que si lo que buscáis es compartir, conocer y vivir una experiencia, no os podéis perder.
En esta ocasión fue en casa de Serge, Le Coffret d'Avenir, una casa fantástica, repleta de libros, y con un jardín muy agradable en el que, después de un largo viaje en coche, pudimos disfrutar de una cerveza local mientras charlábamos del viaje de llegada y del que estaba por venir. Una vez nos mostró nuestra habitación, empezamos a preparar y planificar el primer día de ruta; saldríamos temprano, muda ciclista preparada, organización de bolsas, y un vistazo a la ruta para, más o menos, planificar horas y esos lugares que no te puedes perder....
Serge nos llama; Ya tenemos la cena lista! Nos sorprende con un menú delicioso a base de ensalada, verduras y pescado al horno. También una tabla de quesos y para terminar una copa de helado. Las cenas en las casas de huéspedes, se hacen con todos los "clientes" alojados. Resulta muy enriquecedor conocer historias, motivos del viaje y recomendaciones de ruta, los unos de los otros. En nuestro caso el idioma no fue problema ya que, pese a no hablar francés a la perfección, todos hicimos lo posible por entendernos y resulto una cena muy amena y agradable.
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El desayuno fue más de lo mismo. Variado, abundante, con productos de la zona deliciosos, y con los demás huéspedes de la casa, y su propietario, procurando que no faltara de nada y dando conversación para que sea una velada amena y agradable.
Alfons y yo nos despedimos de Serge, prometiendo pasar a saludarle a la vuelta de nuestra ruta, que tiene inicio y final en su casa, 5 días después. La mala noticia es que nos levantamos y la meteo había cambiado, para mal....Llovía a cántaros!!!
Aun así, intentamos salir. El orgullo nos puede más que la razón....Conseguimos llegar a Orléans, 5 quilómetros después y llegamos helados y empapados es poco...La temperatura ha bajado de 27 grados que llegamos ayer, a 14 hoy....Esperamos un rato resguardados de la lluvia, en la Catedral de Orléans. Una hora más tarde, vamos a hacer un café a una cafetería enfrente de ella....Y de repente, se abre una ventana, para de llover y parece que clarea...Salimos a toda prisa, intentando adelantar camino para dejar la lluvia atrás.
15 km más tarde, decidimos abandonar....Volvemos a casa de Serge a buscar el coche, y plan B; Adelantar una etapa en coche, allí pinta mejor el tiempo meteorológico, e intentar al día siguiente empezar la ruta
La Loire à vélo. No puedo negar que estábamos decepcionados, habíamos mirado el tiempo todos los días, y esto, no estaba previsto.
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Blois |
Llegamos a Blois sobre las 15:30h ya sin lluvia pero con un cielo gris, triste y que apuntaba a que la tormenta nos perseguía....
Nos instalamos en un pintoresco hotel,
Le Monarque, con temática TinTín muy divertido y bien decorado. Escogimos como siempre, alojamiento y desayuno. El personal muy amable, nos indicó donde guardar las bicicletas (buscamos hoteles que dispongan de párquing o sala para guardar bicicletas) y después de hacer el Check-in nos recomendaron lugares para cenar, visitar y un fantástico párquing subterráneo cercano, donde el coche se quedaría el resto de días, ya que seguíamos con el plan de hacer la ruta por el Loira.
Después de seguir con la rutina de dejar todo listo para el día siguiente, repasar el material y la ruta, planear hora aproximada de salida, salimos a pasear y conocer Blois.
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Callejear por el centro comercial e histórico es la mejor manera de conocer una ciudad. Al ser domingo, lo encontramos todo cerrado, y nuestra ruta turística estuvo bastante limitada. Aun así, encontramos un pintoresco restaurante, el
Comptoir Mamie Bigoude y disfrutamos de una deliciosa Galette y una copa de vino francés muy bueno.
Volvimos al hotel, recorriendo las calles de Blois, seguramente por última vez, más callados de lo normal para descansar e intentar disimular la incertidumbre a la que nos enfrentábamos para el día siguiente.
Una ruta fantastica muy interesante.
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
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