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jueves, 11 de septiembre de 2014

EL FARO DE CALELLA

"El faro de Calella no es solo una marca textil sumamente acreditada en toda España, sino una seña náutica muy importante incluso en la era de los radiofaros. Desde hace un siglo constituye una referencia imprescindible para que el navegante nocturno sitúe todo los fondeaderos de la costa desde Barcelona hasta Palamós. La roca sobre la que está instado, el morro de La Torreta o de La Torrella, sirve de rompecorrientes y ha hecho crecer la playa en la parte norte, de tal modo que la playa de Calella resulta más ancha y generosa que las playas vecinas e incluso menguada por paseos arbolados es lo suficientemente abundante como para atenuar la calamidad el carril". 
Carlos Barral, Pel car de fora

Calella es conocida como la capital de la comarca del Maresme, ciudad abierta al mar y a la montaña con más de 650 años de historia, rica en hechos que datan del siglo IaC hasta nuestros tiempos. 

El Faro de Calella es uno de los símbolos característicos de esta ciudad ya que su mirador, emplazado en La Torretes, nos ofrece una amplia vista de la costa del Maresme y de sus montañas. Desde él podemos ver también los restos de las torres ópticas, rehabilitadas recientemente para conservar su historia. 





Encontramos una célebre novela, El Conde de Montecristo, en la que Alexandre Dumas hace referencia a estas torres, cuando Edmond Dantés soborna a un torrero de un télegrafo óptico para que transmita información errónea sobre la bolsa de París y así hundir a su máximo enemigo, el Barón de Danglars. 

El Faro de Calella se inauguró en 1859, emplazado en una antigua torre de vigía medieval que ayudaba a los navegantes a orientarse para llegar a Palamós o hacia Mataró, se alzó un gran cilindro blanco sobre la base cuadrada que se utilizó para tres viviendas, la del torrero principal, la de un auxiliar y la del ingeniero.

El aparato óptico fue construido en París y además fue uno de los primeros faros eléctricos ya que su cercanía a la ciudad, que en esos años disfrutaba de una gran industria textil que utilizaban la electricidad como fuente de energía, lo hizo posible.

En 1936 se hizo un estudio para situar un radiofaro pero la Guerra Civil provocó que se anulara.

En 2006 se anuló la plaza del farero ya que se la había instalado un sistema de control automático en 1985.












Además de disfrutar de su mirador como ya os he contado, también podéis disfrutar del Centro de Interpretación del Faro de Calella, muy recomendable e interesante.  




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