El faro de Roses se encuentra bajo el Castillo de la Trinitat construido por Carlos I en lo alto del monte Rom, en la punta de la Poncella, lugar que había sido un antiguo destacamento militar.
Aunque el actual faro fecha del año 1864 y se inauguró el mismo día que el de Cala Nans, es el último de una larga tradición, ya que el más antiguo del que se tiene conocimiento fecha del año 1304. En aquella época, en la cual los ataques piratas eran frecuentes, Rosas se vió brutalmente saqueada por el corsario provenzal Auzinet, el cual peinó la costa catalana de una forma devastadora.
“Una de las visiones de paisaje más positivamente impactantes
que hay en Cataluña es el golfo de Roses. [...]
La gente de Roses lo sabe perfectamente, y a ello se debe que estén tan orgullosos de su bahía.”
Josep Mª de Sagarra
El Alt Empordà tiene una costa muy accidentada, de difícil navegación nocturna, como ya os he explicado en otros faros, ya sea por su costa rocosa como por estar azotadas por fuertes vientos como la Tramontana y el Llevant. Los únicos faros de los que se dispone son el del Cap de Creus y el de Cala Nans (Cadaqués), también hay que hacer especial hincapié en la falta de iluminación de los islotes de Brancs y la isla Massina, y recordar que media milla al oeste del puerto deportivo de Roses, hay unos viveros que aunque disponen de balizas, son difíciles de vislumbrar hasta que no se está muy cerca.
Así pues, la construcción del faro de Rosas era muy necesaria para proteger los navíos que cruzaban por este golfo. El edificio es de planta cuadrangular, mientras que la torre es cilíndrica. La óptica está a 24 m.s.n.m., con una luz blanca con grupos de cuatro ocultaciones, y un alcance de 19 millas. Desde hace tiempo es de óptica fija. La bombilla de 250 W se enciende y se apaga al ritmo de dos aparatos que regulan el paso del fluido eléctrico o de un grupo electrógeno auxiliar.
En 1917 desapareció una de las dos plazas de farero y se le ampliaron las responsabilidades al encargarse también de las luces del puerto de L'Estartit. En 1999 desapareció definitivamente el torrero.