Dice la Wikipedia que, los pecados capitales son una clasificación para enseñar la moral a los cristianos. Se les llama capitales porque su origen nos lleva a cometer muchos otros pecados. También podemos encontrar su contrario, Las Virtudes.
Aquí os dejo Pecados Capitales y Virtudes a través de mis fotografías:
Templanza
La templanza es la virtud moral que regula la atracción por los placeres, y procura el equilibrio
en el uso y disfrute de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la solidaridad.
La templanza es considerada una virtud especial en la mayoría de las clasificaciones de la ética tradicional. Aristóteles
se ocupa de ella explícitamente. Santo Tomás de Aquino la incluye como
una de las cuatro virtudes morales cardinales, después de la prudencia,
la justicia y la fortaleza; como toda virtud moral, se considera un
justo medio entre dos extremos viciosos, en este caso la insensibilidad y
la intemperancia.
Soberbia
En casi todas las listas de pecados, la soberbia es considerado el original y más serio de los pecados capitales, y de
hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es
identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los
demás, fallando en halagar a los otros.
También se puede definir la soberbia como la creencia de que
todo lo que uno hace o dice es superior, y que se es capaz de superar
todo lo que digan o hagan los demás.
Caridad
Menciona San Agustín
que la culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin y
para conseguirlo, corremos, hacia él corremos; una vez llegados, en él
reposamos (S. Agustín, ep.Jo. 10, 4).
Envidia
Como la avaricia, la envidia (en latín, invidia)
se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, difieren por dos
grandes razones: Primero, la avaricia está más asociada con bienes
materiales, mientras que la envidia puede ser más general; segundo,
aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más
tiene, y que perciben que a ellos les hace falta, y a consiguiente
desean el mal al prójimo, y se sienten bien con el mal ajeno.
Gula
Se identifica con la glotonería, el consumo excesivo de comida y
bebida. En cambio en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo
la definición de este pecado. Marcado por el consumo excesivo de manera
irracional o innecesaria, la gula también incluye ciertas formas de
comportamiento destructivo. De esta manera el abuso de substancias o las
borracheras pueden ser vistos como ejemplos de gula.
Avaricia
La avaricia (en latín, avaritia)
es —como la lujuria y la gula—, un pecado de exceso. Sin embargo, la
avaricia (vista por la Iglesia) aplica sólo a la adquisición de riquezas
en particular. Tomás de Aquino escribió que la avaricia es «un pecado
contra Dios, al igual que todos los pecados mortales, en lo que el
hombre condena las cosas eternas por las cosas temporales». En el
Purgatorio de Dante, los penitentes eran obligados a arrodillarse en una
piedra y recitar los ejemplos de avaricia y sus virtudes opuestas.
«Avaricia» es un término que describe muchos otros ejemplos de pecados.
Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar. Búsqueda y acumulación de objetos, robo y asalto, especialmente con violencia,
los engaños o la manipulación de la autoridad son todas acciones que
pueden ser inspiradas por la avaricia. Tales actos pueden incluir la simonía.
Ira
La ira (en latín, ira)
puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de
odio y enfado. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación
vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacia uno mismo,
impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza
fuera del trabajo del sistema judicial (llevando a hacer justicia por
sus propias manos), fanatismo en creencias políticas y religiosas,
generalmente deseando hacer mal a otros. Una definición moderna también
incluiría odio e intolerancia hacia otros por razones como raza o religión, llevando a la discriminación. Las transgresiones derivadas de la ira están entre las más serias, incluyendo homicidio, asalto, discriminación y en casos extremos, genocidio.
La ira es el único pecado que no necesariamente se relaciona con el
egoísmo y el interés personal (aunque uno puede tener ira por egoísmo).
Dante describe a la ira como «amor por la justicia pervertido a venganza y resentimiento».
Pereza
La pereza (en latín, acidia)
es el más «metafísico» de los pecados capitales, en cuanto está
referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia de
uno mismo. Es también el que más problemas causa en su denominación. La
simple «pereza», más aún el «ocio», no parecen constituir una falta.
Hemos preferido, por esto, el concepto de «acidia» o «acedía». Tomado en
sentido propio es una «tristeza de ánimo» que aparta al creyente de las
obligaciones espirituales o divinas, a causa de los obstáculos y
dificultades que en ellas se encuentran. Bajo el nombre de cosas
espirituales y divinas se entiende todo lo que Dios nos prescribe para
la consecución de la eterna salud (la salvación), como la práctica de
las virtudes cristianas, la observación de los preceptos divinos, de los
deberes de cada uno, los ejercicios de piedad y de religión. Concebir
pues tristeza por tales cosas, abrigar voluntariamente, en el corazón,
desgano, aversión y disgusto por ellas, es pecado capital. Tomada en
sentido estricto es pecado mortal en cuanto se opone directamente a la
caridad que nos debemos a nosotros mismos y al amor que debemos a Dios.
De esta manera, si deliberadamente y con pleno consentimiento de la
voluntad, nos entristecemos o sentimos desgano de las cosas a las que
estamos obligados; por ejemplo, al perdón de las injurias, a la
privación de los placeres carnales, entre otras; la acidia es pecado
grave porque se opone directamente a la caridad de Dios y de nosotros
mismos. Considerada en orden a los efectos que produce, si la acidia es
tal que hace olvidar el bien necesario e indispensable a la salud
eterna, descuidar notablemente las obligaciones y deberes o si llega a
hacernos desear que no haya otra vida para vivir entregados impunemente a
las pasiones, es sin duda pecado mortal.
Paciencia
La paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. De acuerdo con la tradición filosófica, "es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre no se deja dominar por él".
Aristóteles en sus Éticas
alude a esta virtud como equilibrio entre emociones extremas o punto
medio: metriopatía. Con ella se consigue sobreponerse a las emociones
fuertes generadas por las desgracias o aflicciones. Para ello es
necesario un entrenamiento práctico ante el asedio de los dolores y
tristezas de la vida, que fue desarrollada por filosofías posteriores, en particular el Estoicismo. El Cristianismo, posteriormente, tiene a esta virtud personificada en la vida de personajes bíblicos como Job. Esta virtud no cardinal (aunque puede ser parte de la cardinal Fortaleza) posee un vicio antitético en el pecado capital de la Ira.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la virtud de
quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con
fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen
paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que
piensan que a las cosas que no dependan estrictamente de uno hay que
darles tiempo.
Humildad
Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en
el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace
más precisa. y también es una persona humilde significa: persona
modesta.
Miguel de Cervantes dice en el famoso Diálogo de los Perros que "la
humildad es la base y fundamento de todas virtudes, y que sin ella no
hay alguna que lo sea."4 Opina así el príncipe de los ingenios que la modestia y la discreción mejora las demás virtudes y enriquece la personalidad.
El término humildad, como también lo dice la Real Academia se usa
muchas veces en sentido peyorativo. Puede significar pertenecer a un
hogar de recursos limitados, o incluso sumisión, dejadez o rendimiento.
Desde el punto de vista virtuoso, consiste en aceptarnos con nuestras
habilidades y nuestros defectos, sin vanagloriarnos por ellos. Del
mismo modo, la humildad es opuesta a la soberbia, una persona humilde no
es pretenciosa, interesada, ni egoísta como lo es una persona soberbia,
quien se siente auto-suficiente y generalmente hace las cosas por
conveniencia.
Lujuria
La lujuria (en latín, luxus,
‘abundancia’, ‘exuberancia’) es usualmente considerada como el pecado
producido por los pensamientos excesivos de naturaleza sexual, o un
deseo sexual desordenado e incontrolable.
En la actualidad se considera lujuria a la compulsión sexual o adicción al sexo. También entran dentro de esa categoría el adulterio y la violación.
A lo largo de la historia, diversas religiones han condenado o desalentado en mayor o menor medida la lujuria.
Dante Alighieri consideraba que lujuria era el amor hacia cualquier persona, lo que pondría a Dios en segundo lugar.
Participo en esta fiesta!
http://es.wikipedia.org/wiki/Pecados_capitales